La asociación ALTAHA es una asociación cultural sin animo de lucro para la recuperación de oficios casi extintos que forman parte de nuestro patrimonio histórico .
En estos momentos estamos inmersos en la recuperación del oficio de fotógrafo minutero , un gran desconocido de nuestra historia , que no aparece en los libros de la historia de la fotografía .Por lo tanto agradecemos cualquier información que los usuarios nos puedan aportar , tanto material gráfico como informativo de la actualidad o del pasado.
Gracias .

martes, 19 de enero de 2010

El fotógrafo minutero

En 1900 ya existe una figura romántica de esta época son los minuteros, fotógrafos
ambulantes que recorren playas, paseos y ferias retratando a las gentes para
venderles luego la fotografía “al minuto”. Van de pueblo en pueblo, a través de ya
olvidados caminos, con su caballo de cartón o sus fondos decorados con temas
diversos, y la cámara de cajón. El tema habitual son parejas de novios paseantes
o familias con niños, y el revelado se lleva a cabo al momento en una cubeta
colgada de la cámara. Una vez realizado el proceso se entrega la postal,
normalmente en formato 9x14.



Según el testimonio del biógrafo Mariano García Luna, su abuelo se dedica a
minutero en Cuenca: “Es muy común que se fabriquen decorados y escenarios
para retratar a la gente en las ferias, como caballitos de cartón, etc. Al igual que
muchos otros, tiene que compaginar su trabajo con la carpintería para obtener
ingresos suficientes.

La habilidad de estos fotógrafos ambulantes queda patente al no existir ninguna
firma que se dedique a la fabricación de las cámaras de minuto, por lo que el
fotógrafo se ve obligado a amañárselas como puede comprando los componentes
por separado: el fuelle a un curtidor, el chasis a un vendedor de hojalata, el cajón
a un ebanista, o comprando restos de otras cámaras en el mercado de segunda
mano y procurarse una óptica francesa o alemana.
Entre 1936 y 1939, en plena Guerra Civil, se hacen muchas fotos de soldados y los
minuteros tienen bastante trabajo.
En esta época, los minuteros reponen su material en las distintas droguerías de la
geografía española, siendo más afortunados aquellos que se encuentran en las
inmediaciones de los puestos fronterizos con Portugal y Francia, ya que obtienen
un más fácil acceso a material.
A principios de los años ochenta su trabajo no tiene sentido, puesto que
cualquiera puede hacer fotografías por si mismo, y el turista trae su propia cámara.
Los minuteros. por su parte, no pasan de la docena en toda España. Su carácter
de “curiosidad” para los turistas encantados por encontrar todavía figuras
pintorescas en España, les permite sobrevivir. Por otra parte, incorporan disfraces
para añadir aliciente a unas tomas que encandilan a los paseantes, retratan a los
turistas junto a los principales monumentos.




Hoy cualquiera tiene una cámara digital o un teléfono móvil que toma fotografías .
Es cierto que el placer de la instantaneidad impresa como recuerdo en el momento
no existe, pero se pueden ver las fotos de inmediato. Se pueden borrar y volver a
tomar.
¿Cuánto cuesta eso? Nada. Y así los paseos se llenan de cámaras y fotógrafos
aficionados que repiten hasta el infinito las caras y gestos de la diversión, que
después sólo podremos ver, si nos las envían por correo electrónico, en un
ordenador.Claro que se pueden imprimir y podemos ir a un establecimiento
especializado, que los hay muchísimos, para que nos las entreguen brillantes en
papel, con corrección de colores y los detalles mil que queramos arreglar o
modificar. Todo cuesta. No mucho, pero cuesta.La magia ahora es tecnológica y se
ha vulgarizado. Todos pueden tomar una foto.




Pero el fotógrafo minutero fotografía, retoca a veces, revela y copia todo en un
mismo lugar. En el mismo lugar donde la foto perennizaba el momento. Y todo en
un tiempo récord .Se puede decir que casi es tan rápido como una polaroid y yo
me arriesgo a decir que se tarda mas en descargar la foto e imprimirla en una
impresora digital ,claro esta ,que en todo el proceso del fotógrafo minutero el
consumo de energía es cero.